Esta mañana no sabía si lo encontraría. La verdad es que no busqué mucho, tan sólo lo necesario para darme cuenta de que no lo encontraría. No sé si fue el calor o el pesar de no encontrarlo lo que hizo que una pesadez enorme se adueñó de mí. Mis ojos iban de un lado a otro buscando con ansia pero sin rigor. No. No. No. No, tampoco ahí estaba.
Una hora y media más tarde comprendí lo inevitable: no lo encontraría; al menos hoy.
Ya en casa me quité la frustración a base de melón fresco. Puse algo de Chambao y me relajé.
Mañana tal vez vuelva a ver si lo encuentro.
Una hora y media más tarde comprendí lo inevitable: no lo encontraría; al menos hoy.
Ya en casa me quité la frustración a base de melón fresco. Puse algo de Chambao y me relajé.
Mañana tal vez vuelva a ver si lo encuentro.
1 comentario:
Las rebajas son así.
Tranqui, lo encontrarás. Siempre pasa. (Aunque no te haga falta).
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