jueves, 24 de julio de 2008

El plan de Babé

Babé no pensaba en la edad que tenía. Ella seguía siendo igual que siempre. Ella no cambiaba. Si acaso cambiaba el resto. Babé ya se acercaba a los cuarenta, pero Babé no tenía edad. Cuando veía la tele en el salón de su casa mientras se tomaba un helado, Babé reía con tranquilidad. Le gustaba ver la tele, ver series de humor.
Cuando llegaba el fin de semana, Babé se emocionaba. El sábado ya empezaba eligiendo la ropa con mucho cuidado, aunque al final casi siempre se pusiese vaqueros y camiseta. Se daba baños muy largos y tranquilos. Ponía mucha música. Hoy sábado escuchaba Radio Futura. Cuando acabó su baño, se vistió y fumó durante un rato. Luego bailó con los ojos cerrados. Se calzó sus botas, se aseguró de tocar el frío filo y salió a la calle. Como siempre tomó un taxi. Nunca hablaba con los taxistas, nunca; tan sólo les daba la dirección y miraba por la ventanilla. Cuando llegó al local repitió su rutina, se acercó a la barra, se pidió un ron con cola y fumó observando a la gente. Ellos jugaban al futbolín y reían y bebían y fumaban. Babé fue al baño. Para ir al baño tenía que pasar por el futbolín. Pasó rozando al Guapo que ni se dió cuenta, acababa de meter un gol y lo celebraba efusivamente. Babé, mirando al suelo, fué al baño. Se bajó los pantalones y se sentó. Tocó el cuchillo con suavidad. Cuando salió ellos ya no estaban. Fué a la barra, se acabó la copa y se puso a bailar con los ojos cerrados. Fumó un rato.
Babé sabía que todo aquello cambiaría algún día. Ella tenía un plan. El plan de Babé.

-continuará-

2 comentarios:

Gonzalo dijo...

¡¡¡¿¿¿ UN CUCHILLO ???!!!

Mónica dijo...

lo del cuchillo no me cuadra...
¿es que es una psicópata?