Quise llegar el primero. Y así fué. Llegué el primero. Lo de siempre, buscar un sitio cómodo en la barra y pedir una caña. Ojear el diario y darle cuatro sorbos a la cerveza. No hubo tiempo para más. Un huracán entró por la puerta. Recto, sin mirarme. Firme hacia el fondo. No sé que decir, así que grito: capullooo!! Se vuelve. Fenomenal, está fenomenal!! Abrazos cariñosos y primeras palabras. Dios qué mata de pelo tiene el cabrón!! Dos minutos después se vuelve a abrir la puerta, los dos nos giramos. Una tremenda sonrisa tras unas guapas gafas naranjas o calabaza nos saluda. Más abrazos. Qué flaco está el cabrón!! Vamos al fondo, nos sentamos. Chin chin con la cerveza. Y de repente desaparecen los últimos cuatro o tres años. Todo era como antes. Casi las mismas conversaciones, casi las mismas carcajadas. Nos ponemos al día. Nuevos objetivos. Más películas, más escritos!! Problemas y chistes. Vino y calçots. Después de la cena como antes: un coche y al karaoke. Futbolín, Ron con cocacola, Miguel Rios y Victor Manuel.
Qué noche la de aquel día!!
Y al final un deseo: QUE SE REPITAAAAAAA!!!!
OS QUIERO CABRONES!!!
2 comentarios:
Que buenos son los reencuentros con viejos amigos...
Este año que acaba de empezar ya me he encontrado con varios...
Un beso grande Rafa
Que bueno! Que gran reencuentro! Que bien lo has descrito, tio. Que capacidad de síntesis.
Decir por mi parte que me sentí con los dos como si no hubiera pasado el tiempo, que el sentimiento de amistad y aprecio está intacto, y... que me supo a poco...
Un abrazo.
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